La calidad de las semillas de Cannabis. Que analizar antes de cultivarlas.
¿Tus semillas son de color claro u oscuro? ¿Si las aprietas son duras o se rompen? Estas son algunas formas de saber si tus semillas son viables y vale la pena plantarlas. Son de calidad.
Una de las claves para conseguir plantas de cannabis sanas y vigorosas es elegir semillas de buena calidad.
Está claro que para obtener una buena cosecha también entran en juego otros factores. Un riego adecuado, una luz de calidad y suministrar los fertilizantes necesarios. Pero empezar el cultivo con las mejores semillas es igual de importante, o más.
Dedica el tiempo adecuado a elegir unas semillas de buena calidad. Así conseguirás exactamente la genética que estás buscando.
No solo te proporcionarán los perfiles de cannabinoides y terpenos deseados. También te ayudarán a evitar semillas no viables.
Hay varios factores a tener en cuenta cuando compras semillas. Además hay signos que evidencian que la semilla no vale la pena, ni en tiempo ni en esfuerzo.
APARIENCIA Y SENSACIÓN
Una buena forma de determinar la calidad y las características de una semilla de cannabis es familiarizarte con su apariencia. Algunos detalles son obvios, mientras que otros tardarás más tiempo en identificarlos a simple vista. Las semillas más sanas y con una genética superior suelen ser de color oscuro en su capa externa. Los grises y negros, incluso aspecto atigrado, indican que la semilla es de buena calidad.
Cuando una semilla es de buena calidad, su caparazón está envuelto por una especie de capa de cera. Se ve perfectamente cuando expones la semilla a la luz, y ves el efecto de brillo.
Para saber si la semilla es de buena calidad, además de tener un tono oscuro debes notarla firme al tacto. Coloca la semilla entre el dedo pulgar y el índice, y apriétala. No tanto como para doblar un metal, pero sí lo suficiente como para poner a prueba su resistencia. Si notas la semilla firme y no se dobla ni se rompe, entonces vale la pena plantarla.
Cuando las semillas son de mala calidad, o ya están viejas, se agrietan y se deshacen cuando las presionas. Si se rompen en trozos bajo una presión ligera, ya no se pueden utilizar. De todos modos, si se hubiesen utilizado, habría sido una pérdida de tiempo. Las semillas son simplemente un archivo de genética vegetal. Con el tiempo envejecen y se convierten en inservibles. No merece la pena perder tiempo con semillas que claramente ya pasaron su mejor momento.
Las semillas inmaduras tienen tonalidades verdes y blancas. No suelen llegar a germinar, y si lo hacen, tardarán mucho tiempo en desarrollarse. Lo mejor es que busques semillas frescas que se encuentren en su fase óptima.
SEMILLAS DEL FONDO DE LA BOLSA
Algunos fumadores se alegran cuando se encuentran semillas en el fondo de su bolsa de marihuana. Piensan que han tenido mucha suerte. Sin embargo, encontrarse semillas en una bolsa es negativo por varias razones.
Por un lado, significa que el productor se equivocó. Permitió que sus plantas fuesen polinizadas por un macho invasor. Cuando las flores se polinizan, dejan de producir resina con THC y desvían su energía para producir semillas.
Por otro lado, esas semillas estaban incluidas en el peso de la bolsa. Significa que te dieron menos hierba de la que pagaste.
Dicho esto, también puede ocurrir que efectivamente hayas tenido suerte y que la variedad de hierba fuese de primera. En ese caso, podrías hacer la siguiente prueba para ver si vale la pena plantarlas o no.
PRUEBA DE FLOTACIÓN
Has analizado la apariencia y dureza de tus semillas. ¿Aún, no estás seguro de su calidad?
Es hora de que te pongas la bata de laboratorio y las gafas protectoras. Bueno, tampoco es para tanto. Esta prueba es realmente sencilla y solo tiene 2 resultados posibles. Llena un vaso o una jarra de vidrio con agua (preferiblemente mineral o destilada) y coloca las semillas en la superficie.
Este método, simple y rentable, es una buena forma de distinguir la genética buena de la mala. Flotarán o se hundirán, literalmente. Las semillas que flotan en la superficie es más que probable que sean de baja calidad. Descártalas. Las que se hunden hasta el fondo como el plomo probablemente están sanas y se pueden germinar.
GERMINAR POR SEPARADO
El método que verdaderamente te revelará el potencial genético de una semilla es simplemente plantarla. No tardarás mucho en salir de dudas. Si cultivas en casa y tienes tiempo y espacio de sobra, esta es la mejor opción para un proyecto arriesgado. Los productores de cannabis a nivel comercial seguramente no tendrán tanto tiempo para dedicar.
HAZ UNA BUENA ADQUISICIÓN
Recurre a un banco de semillas de buena reputación. Es lo mejor que puedes hacer para asegurarte de que vas a tener semillas de calidad. Estas empresas pueden presumir de sus habilidades para la cría. Además se aseguran de que sus clientes reciban exactamente lo que han anunciado. Tienen reputación de cubrir todo tipo de necesidades, por lo que su imagen se vería dañada si no cumplen tus expectativas.
La alternativa que tienes es arriesgarte y comprar semillas de un aficionado. No significa que los aficionados no puedan producir una genética fantástica. Pero si no conoces su experiencia ni sus habilidades, nadie te puede asegurar que esas semillas vayan a crecer.